Las siete claves
• Reducir el consumo de grasas saturadas.
• Hacer de las verduras, frutas, legumbres la base de la pirámide alimenticia.
• Consumir alimentos con vitamina E. Por ejemplo: Aceites vegetales de maíz (como los aceites de germen de trigo, girasol, cártamo, maíz y soya), nueces (como las almendras, el maní y las avellanas), semillas (como las semillas de girasol) y hortalizas de hoja verde (como las espinacas y el brócoli).
• Consumir alimentos con vitamina B 12. Por ejemplo: Hígado vacuno y almejas, pescado, carne, pollo, huevos, leche y cereales para el desayuno.
• Evitar los multi-vitamínicos con hierro y cobre, a menos que lo indique específicamente un médico.
• Evitar cocinar en ollas y sartenes de aluminio.
• Mantenerse activo físicamente.
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