Bravo es un perro terapéutico que había desaparecido en San Bernardo, y su dueño, Diego, es un paciente oncológico que lo estaba buscando de manera desesperada. Tras la enorme búsqueda de todos los vecinos que se solidarizaron (pese a que unos pocos querían aprovecharse de la situación para extorsionar y robar), apareció en la playa gracias a que una mujer lo identificó.
Diego hace tan solo 3 meses que vive en el partido de La Costa, y está muy emocionado y agradecido por toda la solidaridad que recibió de la comunidad, por la empatía que recibió, y rescató que fueron muy pocas las personas que quisieron aprovecharse de la situación, llamándolo a las 3 de la mañana para pedirle dinero a cambio del perro.