“Sondear su escritorio, sus partituras, sus anteojos, su lapicera, sus paletas y pinceles, su piano, suscita la ilusión de una presencia subyacente, como si pudiéramos espiarlo mientras remueve la leña de la chimenea”, dice el autor, que viajó a Finlandia a conocer el hogar del violinista Jean Sibelius. Leer más

