Su vida, carrera y lucha se transformaron en un ejemplo de fe y servicio público. «Nuestro país merece volver a soñar, pero para eso necesitamos líderes espirituales en todos los ámbitos: en la política, en la educación, en los barrios, en las familias. Líderes que puedan unir, sanar y escuchar», dijo. Leer más

