En la historia de las naciones y en la política, la convivencia siempre ha sido un indicio de acceso a cierto grado de civilización. La aceptación de la existencia del adversario, en un régimen democrático, es la condición primordial. Intentamos acercarnos al fenómeno mileísta a la luz de lo que constituye su estandarte: la libertad, ese valor supremo que el Presidente pretende devolver a un país mayoritariamente agotado por todas las experiencias de gobierno. Leer más