La empresa detrás de ChatGPT, tiene como objetivo ganar apoyo político y público para la construcción de infraestructuras críticas, como centros de datos y fuentes de energía renovable. La propuesta también incluye la creación de “zonas económicas de IA”, enfocadas en acelerar la concesión de permisos para proyectos como plantas de energía solar, eólica y reactores nucleares.