En un escenario internacional cada vez más polarizado entre Estados Unidos y China, la Unión Europea enfrenta la oportunidad –y el desafío– de convertirse en un actor autónomo, atractivo y estable. Su ventaja comparativa ya no está en los valores o la ayuda, sino en la oportunidad económica, la cooperación institucional y su previsibilidad jurídica. Leer más

