Tomás, un niño de 10 años, sufrió una fractura de cráneo el domingo pasado, cuando un tirante de las carpas del Balneario San Ignacio, ubicado en San Clemente del Tuyú, cayó sobre su cabeza. Esto sucedió luego de que un viento (que según la tía del menor, Gabriela, no fue muy fuerte), tirara la estructura. Según la familia, desde el balneario le respondieron que no tenían seguro, y se negaron a darle la factura como comprobante de que habían estado en el lugar.
Gabriela comentó que cuando ocurrió el hecho, la primera reacción que tuvieron fue aplicar hielo en la cabeza del nene, dado que no había quedado inconsciente. Al tener cómo movilizarse, decidieron llevarlo a la guardia del Hospital Municipal: allí le realizaron una radiografía y una tomografía donde determinaron que Tomás tenía una fractura de cráneo. A partir de entonces, la abuela del menor pidió a quien se presentó como el encargado del Balneario el seguro, y les respondió que no tenían. También, según la familia, se negaron a darles la factura que demostraría que estuvieron en el lugar.
Ante estas irregularidades, la familia realizó la denuncia, llamó al 911 y está actuando la fiscalía. Gabriela, aclaró que lo que quieren es que esto no se vuelva a repetir con nadie: «si hubiese sido un nene más chiquito, no sé cómo habría terminado», reflexionó. Tomás va a tener que hacer 2 meses de reposo para recuperarse sin exponerse a otros peligros.