Juan Chediak aseguró que las presiones, en su caso, venían directamente de Julio de Vido, en ese momento ministro de Planificación Federal, quien le habría dicho: «Si querés seguir trabajando tenés que pagar». El empresario relató que cedió y comenzó a llevar importantes sumas de dinero, todos los meses, a la casa del exfuncionario o al propio ministerio, donde le ordenaban que dejara los paquetes directamente «en el baño». Leer más

