Desde el año 2000, Inés Castillo produce hongos comestibles en Costa Esmeralda. Comenzó por un problema de salud, como alimentación alternativa, y con la capacitación pertinente realizó relevamientos de los bosques para ver qué hongos aparecían (como los de pino), y otros comerciales y gastronómicos.
Mediante diversos estudios de ambientes controlados e ivernáculos, se comenzó a cultivar hongos, como gírgolas, y la idea es crear un programa que pueda tener un alcance Nacional, para aprovechar todos los bosques del País.
Actualmente, en Costa Esmeralda, se está tratando de hacer una producción constante para que cada vez más restaurantes puedan tenerlos en su carta, y que pueda brindar trabajo constante a lo largo del año.