Contra el estigma que pretende situar a Rosario como “violenta”, Natalia Vila buscó echar luz a la condición acogedora que, con su casi millón de habitantes, tiene la ciudad más poblada de Santa Fe. “Nos ha dado hogar y amor a muches de nosotres que no tenemos familia acá”, enfatizó la activista del colectivo LGTBIQNB+ Orgullo Rosario, quien vaticinó que “este fin de semana nos vamos a tomar el tiempo entre todes para saber cuáles son los hilos a reforzar para seguir tejiendo redes”.
La Rosario “del amor”
“Rosario es una ciudad inmensamente diversa. Ser un polo estudiantil provincial y nacional hace que nos vaya adoptando a cada una, uno y une. Queremos que ustedes vivan la Rosario que vivimos todos los días, que no es como dicen los medios sino que nos ha dado hogar y amor a muches de nosotres que no tenemos familia acá”, destacó Vila ante el millar de personas que se había congregado en la plaza del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa, ubicado en el centro de la ciudad.
La militante proclamó que el Gobierno nacional y los sectores antiderechos “no nos van a poder arrebatar nunca la red que supimos construir. Le debemos este trayecto a muches. Seguramente esta no será la única lucha que tengamos. De este encuentro saldrán muchas propuestas para poder recuperar cada una de las cosas que hemos perdido”.
De sur a norte
“Vengo con la expectativa de llevarme información a Formosa, donde vivenciamos un retroceso que, si bien data de hace tiempo, se vio profundizado a partir de la asunción de Milei. Nos cuesta mucho obtener trabajo, acceder a una vivienda y a los tratamientos de hormonización. Estamos en un tiempo muy terrible para quienes integramos el campo de las diversidades”, dijo Alex González, militante de la agrupación Libres y Diverses Formosa, ubicada en la capital de esa provincia del noreste argentino.
Syl, integrante de Casa ATTTA Neuquén y de la asociación Podemos Ser Mejores, de Cipolletti, viajó los 1145 kilómetros que separan a esa ciudad rionegrina de Rosario para “ver si esto de juntarnos nos ayuda a resistir porque, desde mi condición de trabajadora y militante, estoy partida con la realidad. Veo cómo el hambre y la exclusión degrada a numerosas familias”.
Consultada sobre por qué cree que un encuentro de diversidades podría encontrar respuestas a la situación social, Syl dijo: “Históricamente, hemos sido unos de los colectivos que más hemos puesto el cuerpo (a la lucha social), por lo cual estas instancias de reunión nos dan intensidad, fortaleza y creatividad para seguir poniéndolo”.
En tanto, Dann, quien reside en la ciudad de Neuquén y milita junto a Syl en ambas organizaciones, aseveró que en el interior patagónico “no existen redes que acompañen y promuevan los derechos de las personas trans y los espacios que ellas conforman no sin esfuerzo son boicoteados”.
“Algunas de las políticas que visibilizaron la temática estuvieron correctas, pero las políticas de abordaje fueron deficitarias”, sostuvo Dann, para quien “el discurso de odio y el ajuste” de la administración que encabeza Milei “se traduce en una multiplicación de la violencia contra la población travesti trans”. En relación a esto, el activista no binarie puntualizó que los talleres oficiales de violencia de género no suelen profundizar en aquella que es ejercida sobre las diversidades.
Gero es une viajere no binarie de origen colombiano, quien dijo estar “en transición” identitaria, asimismo destacó la diversidad social de esta ciudad santafesina que le dio acogida hace cinco años. “Aquí puedes redescubrirte todo el tiempo y eso me parece maravilloso”.
También artesana y activista de Las Safinas, una ONG de identidades lesbo trans feministas, Gero sostuvo que “desde que asumió el nuevo Gobierno se instauró de modo oficial el odio. No me lo cuentan, lo veo. Antes nunca me había pasado que al caminar por la calle con mi novia me maltratasen; ahora me gritan cosas y, de algún modo, siendo que está validado por el Gobierno”.