Jonathan Galinelli, vecino de San Clemente que se moviliza en silla de ruedas, reclama por el mal estado en el que se encuentran las rampas, o que directamente no las hay en algunas esquinas. «Se me ocurrió hacer una nota porque en cualquier momento me voy a caer», dijo, y solicitó que las arreglen y construyan, no solo para las personas con capacidad reducida, sino también para madres que llevan cochecitos, personas mayores que llevan bastones, etc.
A esto, se le suma que algunas personas también estacionan sus coches en las rampas, obstruyendo el camino para estas personas. Y por ejemplo, en el Skate Park, hay una rampa para subir a un camino, pero no para bajar. También, según Jonathan, el estado de las veredas no son los mejores para circular con las sillas, sobre todo en las zonas más alejadas del centro.